La medida de fuerza que iniciaron empleados municipales en el predio del Corralón, llevó a que el intendente Martín Gill se dirigiera hasta el lugar a primera hora de la mañana de este viernes 8.
Los trabajadores habían bloqueado el ingreso al sector, colocando una pala mecánica de gran porte en el lugar para que no pudieran entrar o salir vehículos.
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Dirigentes del gremio Suoem llegaron después de iniciada la protesta, y luego también lo hizo el propio intendente Martín Gill.
“Llegó el intendente a los gritos. Está enojado”, dijo uno de los trabajadores que se encontraba en el lugar.
Desde el gobierno municipal adelantaron que este mismo viernes 8 está previsto el pago de los salarios a los trabajadores, y por eso les resultó sorpresiva la protesta, generando también cierto malestar.
