[FOTOS] Detrás de cada resultado deportivo hay muchas explicaciones, incluso la buena suerte. Pero cuando se repite en poco tiempo, deja de ser casualidad y hay que encontrarle motivos más serios.
En 2016 el Club Deportivo Argentino de barrio Nicolás Avellaneda, salió dos veces campeón en la primera división de la Liga Villamariense de Fútbol y obtuvo un campeonato y un subcampeonato en la reserva. Fue el mejor del año.
Esta es la cumbre de un trabajo en el que la contención social, el crecimiento en infraestructura, la austeridad en el manejo interno y el apuntalamiento en las divisiones infantiles y juveniles, son parte de la base.
Cuando el club se mudó desde el coqueto barrio Santa Ana al populoso Nicolás Avellaneda, muchas cosas cambiaron. Con la venta de terrenos en una de las zonas más caras de la ciudad se construyó un complejo que no todos tienen en la liga local.
Mario Cortez asumió en 2009 la presidencia y se propuso un proyecto junto a Cristian Romero.
“Empezamos con la contención, el buen trabajo de espacios sin tener que empeñar el club para mantener un logro. Perdimos seis finales antes, pero hoy llegamos al punto máximo del proyecto. En los últimos años ganamos 4 campeonatos y jugamos una final provincial en el estadio Kempes”, relata el presidente.
“A clubes insertos en un contexto social como el nuestro, nos cuesta sostenernos. No recibimos ayuda de nadie y nos movemos con recursos genuinos”, agrega.
La noche de consagración en Plaza Ocampo, tras ganarle la segunda final a San Lorenzo de Las Perdices, calculó que había más de 700 personas de los barrios Felipe Botta, San Nicolás y Nicolás Avellaneda.
“Eso es lo que queremos. Un club con vida, que los vecinos se lo apropien y le den utilidad. Un club sin gente no es un club”.
Convencido de que una institución como esta debe servir para mejorar el nivel de vida de la gente, el objetivo es insertar en la comunidad que los rodea, un sector de la ciudad con carencias, en el que la droga y la delincuencia dejan su huella.
“Teniendo a los chicos dentro de la institución es saber que no los va a sorprender nada raro en una esquina”, destaca Cortez.
Hoy cuentan con más de 300 chicos entre el fútbol infantil y el juvenil. Planifican desarrollar actividades que atraigan la participación de niñas, jóvenes y mujeres mayores.
Cuentan con una pileta que este verano volverá a funcionar como un natatorio comunitario, abierto a los barrios cercanos.
Proyecciones
También quieren hacer el cerramiento de un gimnasio.
El club se sostiene con la venta de entradas, el alquiler de una cancha sintética, y el cobro de algunas cuotas sociales.
Estos triunfos, estima Cortez, dejaron asentado en la Liga que Argentino es un club grande de Villa María, que debe ser respetado, y merece el apoyo para proyectarse a instancias superiores.
“El 99% del plantel se formó en el club. Tenemos una proyección para 20 años de jugadores genuinos. Es un trabajo que no se ve, pero que va a dar sus frutos con el tiempo”, afirmó.
Fotos: VillaMariaVivo.com.
