Milagro Diaz, la empleada del Correo acusada del supuesto delito de defraudación y falsedad documental, se presentó en el Juzgado Federal de la ciudad de Villa María a prestar declaración indagatoria.
Según la causa, está siendo acusada por cobrar asignaciones familiares ajenas mientras se desempeñaba en la sede del Correo Argentino en Villa María.
El abogado defensor de la imputada, Marcelo Martín Silvano, en declaraciones a Villa María VIVO, manifestó:
“Declaró en la Justicia y respondió preguntas. La indagatoria se realizó vía Zoom, Además ofreció pruebas para la causa”.
“Nosotros contamos con dos informes de peritos calígrafos diferentes y vamos a solicitar una pericia caligráfica oficial”, agregó.
“Luego de esto, la Justicia verá cuál es camino que recorrerá de acuerdo a los resultado de dichas pruebas”, concluyó.
El caso de la empleada del Correo Argentino
Una empleada doméstica con dos hijos, uno de ellos con discapacidad, se presentó en el Correo para cobrar como lo hacía de manera habitual y le advirtieron que ya lo había hecho.
Cuando la víctima observó el comprobante, vio claramente que no era su firma y recurrió al abogado Emiliano Albert para que la asesore.
Con el letrado se presentó ante la Fiscalía Federal de Villa María, donde iniciaron la investigación.
A esa primera denuncia se sumó una segunda, por un hecho similar.
De esta forma, la fiscal María Schianni ordenó un allanamiento en la sucursal local de Correo Argentino.
El mismo fue materializado por efectivos de la Policía Federal el 1 de agosto.
Con la documentación en mano, la magistrada resolvió imputar a la empleada Mariela Díaz, acusada de “defraudación en contra a la administración pública” y “falsedad documental”.
Por su parte, Correo Argentino abrió una investigación interna y suspendió a Díaz.
No fue la única denuncia
El pasado 8 de agosto, llegó la tercera denuncia cuando una mujer no pudo cobrar un programa y fue a Anses a consultar si había resultado beneficiaria o no.
Allí le dijeron que efectivamente tenía el programa y que se lo habían depositado. Un comprobante del registro de pagos lo confirmaba.
La mujer volvió al correo y pudo dialogar con la supervisora, quien la invitó a hacer el reclamo.
Lo que siguió fue una carta desde el Correo a la casa de la tercera víctima para solicitarle que coteje su firma.
Esto implica que firme una cantidad determinada de veces en un papel, lo escanee y lo envíe a un correo electrónico.
El abogado Albert indicó que la mujer «es muy humilde y no maneja aplicaciones ni correo. Es imposible que pueda hacer ese trámite».
Ahora el letrado representa a las tres mujeres en esta causa que acusa a Díaz como quien se quedaba con el dinero de prestaciones alimenticias de programas nacionales.