El caso de la menor de edad abusada por gendarmes puso en evidencia la vulnerabilidad a la que quedan expuestas adolescentes al ser contactadas a través de redes sociales y aplicaciones por parte de adultos.
Esta adolescente de 14 años de edad fue abusada sexualmente por dos gendarmes de 37 y 28 años de edad, luego que concertaran un encuentro a través de un contacto virtual.
La chica, aparentemente, no tenía conocimiento que la personas que se encontraba del otro lado del teléfono tenía el doble de su edad.
Esta adolescente abusada por gendarmes no es de Villa María, sino que vive en una localidad de la región.
De las redes a ser abusada por gendarmes
En febrero de 2021, luego de mantener contactos virtuales con otra persona, quedó en encontrarse personalmente.
Tras ese primer encuentro cara a cara, la situación comenzó a cambiar, según pudieron reconstruir los investigadores.
La niña fue llevada a una vivienda. Cuando advirtió que la situación ponía en riesgo su integridad, habría intentado alejarse, pero no habría podido evitar ser víctima de los graves abusos por parte de los acusados.
Según se supo de fuentes judiciales, poco más tarde fue vista en una zona de la Costanera de Villa María por parte de agentes de Seguridad Ciudadana.
Los efectivos municipales advirtieron que no se encontraba en buenas condiciones, se acercaron, la asistieron y dieron parte a la Policía, posibilitando también la atención sanitaria.
La adolescente había sido dejada en esa zona por los dos hombres. Hasta ese momento no se sabía nada de los supuestos autores.
Un investigación bajo estricto secreto
La víctima no los conocía previamente ni tenía datos sobre sus identidades.
Un mensaje en el teléfono celular de la adolescente y los datos de geolocalización del dispositivo permitieron trazar las primeras pistas.
La intervención de Policía Científica de Córdoba y personal de la División de Investigaciones Operativas logró llevar hasta los supuestos responsables.
Una vez que la investigación reveló que los sospechosos eran dos gendarmes, hubo que tomar mayores precauciones.
La investigación se manejó en el más estricto secreto y se extendió desde los primeros días de febrero hasta los primeros días de junio.
Omar Ramón Ingolotti y Emanuel Gastón Miranda, los dos detenidos, integran la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Villa María.
Por su condición de gendarmes y el trabajo que realizaban, podrían llegar a tener alguna posibilidad de advertir y adelantarse a la investigación en curso.
Sin embargo, todo se manejó con bastante sigilo desde la Fiscalía de Tercer Turno y la División Investigaciones de la Policía local.
Una vez recabadas las pruebas suficientes, el fiscal René Bosio ordenó la detención de ambos.
Los operativos se realizaron en la vía pública.
A uno de ellos lo esperaron que saliera de la sede de Gendarmería Nacional en barrio Belgrano y lo detuvieron.
Estas aprehensiones fueron supervisadas en forma directa por el director de la Departamental General San Martín, comisario mayor Pedro Maldonado, y el subdirector, comisario inspector Maximiliano Funes.
Esto también habla de los máximos cuidados que se pusieron para garantizar la detención de dos personas que son parte de una fuerza de seguridad.
Las acusaciones
Ingolotti, de 37 años, es mendocino y Miranda, de 28, es salteño.
El primero está acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal, mientras que el segundo está preso por abuso sexual gravemente ultrajante.
La Justicia sigue investigando el caso y no se descarta que puedan haber otras víctimas contactadas de la misma manera que esta adolescente de 14 años.