El seguimiento de la salud visual de los niños es esencial y, más aun, en una época de comienzo de clases. A veces, el problema visual puede confundirse con un problema de aprendizaje y aquí radica la importancia de realizar al niño análisis de la vista para detectar posibles dificultades.
Según el portal Infobae, las estadísticas indican que alrededor del 10% de los niños en edad preescolar sufre problemas oculares o visuales aunque no lo manifiesten.
Algunos de los principales problemas que pueden presentar los más chicos en cuanto a su salud visual son: el estrabismo o la ambliopía, que son enfermedades comunes a esta edad y que pueden traer problemas a largo plazo.
El estrabismo es la desviación de un ojo con respecto al otro y la ambliopía es la falta de visión en un solo ojo, afección que no puede ser corregida totalmente por medio de anteojos.
Se deberá consultar un oftalmólogo si el niño:
-Presenta ojos enrojecidos o llorosos
-Tiene dolores de cabeza, mareos o náuseas
-Entrecierra los ojos para poder ver con claridad
-Se frota repetidamente los ojos
-Presenta una excesiva fotosensibilidad
-Inclina la cabeza para ver algo correctamente
-Se acerca demasiado al cuaderno o a una pantalla para ver correctamente
-Tiene una mala percepción visual, por ejemplo en el pizarrón confunde la “a” con la “e” o la “u” y la “n”.
-Retiene la atención poco tiempo
-Presenta una desviación de un ojo con respecto al otro
-Tiene dificultad en la coordinación ojo-mano-cuerpo al jugar o realizar actividad física
-Presenta dificultad para reconocer colores, formas, letras o números
El doctor Pablo Daponte, presidente del Consejo Argentino de Oftalmología, recomendó que: “tanto padres como maestros tengan en cuenta estas señales que manifiestan algún trastorno visual en los niños y que hacen que sea necesaria una consulta con el especialista en visión para comenzar lo antes posible con su tratamiento”.
Fuente: www.infobae.com
Foto: www.luistrombetta.com