Desde la subsecretaría de Ambiente del municipio, el geólogo Germán Tissera, brinda una serie de recomendaciones. Además, explica que las yarará son habitantes de nuestra zona.
Cómo actuar ante el encuentro, el posible incremento de la especie en nuestra zona y por qué no debería ser una opción matarlas.
El pasado domingo ocurrió la mordedura de una yarará a un niño a la vera del Ctalamochita, lo que provocó alarma en la sociedad.
Luego Villa María VIVO recibió el testimonio de otro vecino que encontró un reptil de similares características y lo mató. También fue en inmediaciones del río, pero del lado de Villa Nueva.
Es por ello que consultamos al responsable de la subsecretaría de Ambiente del municipio, Germán Tissera, para conocer cómo desenvolverse ante un encuentro ocasional con este ofidio.
Primero explicó: “hay cada vez más animales silvestres que ingresan a la zona urbana porque no tienen espacio por el avance de los campos sembrados, las industrias fabriles.
La yarará es habitante de nuestra zona. Es típica de toda Sudamérica”.
No romper la cadena
Además, subrayó la importancia de no exterminarlas. “Cuando lo visualizamos, este animal tiene más miedo que nosotros, sólo se defiende”, agregó.
De aquí que es fundamental tener una actitud responsable y no romper la cadena trófica, es decir, cuando un animal se alimenta del precedente y es alimento del siguiente.
En nuestra fauna, las víboras actúan como reguladores de plagas y su hábitat es el río.
Lo mismo ocurre con la flora, el geólogo remarcó la preocupación que tienen sobre la destrucción de árboles en la zona costera.
Finalmente, consultado sobre el aumento de ejemplares, Tissera observó que “con los desequilibrios que provoca el hombre puede que se haya incrementado la cantidad de esta especie. Pero no hay estudios por el momento”.
Otra yarará en Villa Nueva
Más allá de que aún no haya certezas del incremento de ejemplares en nuestra zona, otro vecino se comunicó con Villa María VIVO para enviar material sobre otra yarará aparecida.
En este caso, fue el domingo 4 de abril, en la puerta de una casa quinta en barrio Villa Oesta en Villa Nueva.
Mauro Zarate explicó que se trataba de un ofidio de unos 60 centímetros y que lograron atraparla en un frasco.
