Hace un año un grupo de chicos de Idiazabal, mataron en la zona rural a una puma y se llevaron a sus hembras. Después de casi 12 meses, se reencontraron con el único cachorro que sobrevivió de aquella aventura, que para los niños, comenzó como una diversión.
Desde hace un año la reserva Pumakawa, de Rumipal cuida de Talita, la única cría que sobrevivió en septiembre de 2018.
Ver: Mataron dos pumas, lo publicaron en las redes y les cayó la policía
Por el hecho, uno de los integrantes del grupo de jóvenes que mató a la puma estuvo detenido algunos días y el pueblo pidió por su libertad.
Viaje
La semana pasada, los adolescentes acompañados por familiares, visitaron Rumipal, conocieron a Talita y aprendieron más de una lección, se llevaron conocimientos sobre el cuidado del medio ambiente y repararon el hecho por el que habían sido señalados.
Talita es la única de las cinco crías que sobrevivió gracias al cuidado de las personas que trabajan en la Reserva, donde llegó con apenas días de vida y sin abrir sus ojos aún.
Minutos después de matar a la madre, los niños se encontraron con que acababa de parir y se llevaron a las crías a sus casas. Uno de ellos subió la aventura que habían vivido aquella tarde a las redes sociales y la reacción de los comentarios hizo que Policía Ambiental allane los domicilios de los involucrados y detenga a uno de ellos.
Ver: Vecinos de Idiazábal marcharon para pedir la liberación del joven que mató al Puma
Todo sucedió el 12 de septiembre de 2018, es por eso que hoy Talita cumple un año de vida.
A la reserva llegó con otras tres crías en una caja, allí las alimentaron durante semanas con un biberón adaptado, pero sólo Talita sobrevivió y se transformó en una hermosa cachorra que hoy se mueve sigilosa y atenta a cada sonido.
El hecho y las redes sociales
La encargada del encuentro entre los jóvenes y el animal fue Kai Pacha, responsable de la asociación civil que comanda Pumakawa.
Kai planteó que los “odiadores” de las redes, estigmatizando a los jóvenes, no contribuyeron a que pudiera apurarse un proceso de resiliencia.
“Nunca debió perderse de vista que son menores, muchas veces víctimas del mundo adulto. Hay que valorar a esos chicos y a las familias que se animaron a dar un paso para trabajar junto a nosotros; esperemos que esta experiencia sea valorada como una contribución a un cambio social”, dijo a La Voz.
Entre la responsable y los niños sellaron un acuerdo durante la visita, “construir un vivero en su pueblo con plantas nativas y contribuir a resembrar monte”.
En contexto
Juan Pablo Vassia es el actual secretario de Gobierno e intendente electo de Idiazábal y decidió involucrarse con la situación.
Para entender lo ocurrido –opinó– hay que considerar que, en esa zona agrícola, los niños transcurren su infancia con la gomera colgada y tirando a liebres, palomas y perdices.
“Cazar no está mal visto y matar un puma tampoco, porque ataca al ganado”, graficó. Sin ánimos de justificar lo ocurrido, Vassia manifestó que hay que conocer los patrones culturales de las zonas rurales y el contexto para interpretar el hecho.
