• Tres taxistas conversando muy animadamente en grupo en medio de la calle.
• Dos adultos mayores charlando a medio metro de distancia y sin ninguna protección.
• Largas filas para pagar impuestos con gente a menos de un metro de distancia.
• Ingresos a los bancos con varias personas en pocos metros cuadrados.
Todo eso pudo verse en un recorrido breve de pocas cuadras por el centro de Villa María en la mañana de este martes 14 de abril. Un panorama preocupante si tienen en cuenta todas las recomendaciones dadas en las últimas semanas sobre cómo comportarse para evitar la expansión del Covid-19.
Preocupante porque muestra la desatención a las medidas de prevención, la irresponsabilidad al momento de estar cerca de otras personas.
Nadie puede decir que quedará inmune al virus. Puede incluso tenerlo sin saberlo. Tampoco puede saber si quien está un paso adelante, un paso atrás, al costado, puede llegar a contagiarlo. Porque es justamente así, estando unos cerca de otros, que se transmite este nuevo coronavirus.
Con esos comportamientos que se ven en las mañanas de Villa María, no es descabellado pensar que muchos más casos vayan a aparecer en la ciudad en poco tiempo.
La apertura de los bancos, cooperativas, mutuales y bocas de cobro de impuestos y servicios generó que mucha más gente saliera a la calle, se agolpara en espacios reducidos y mostrara el panorama que se describe así.
No puede haber un policía o un agente municipal cada tres metros pidiendo a la gente que respete el distanciamiento.
Es responsabilidad de cada uno hacer las cosas como corresponde, por el bien propio, de cada familia y de toda la comunidad.
Andrés Ferreras