Restaurantes y bares en crisis: algunos evalúan cerrar y otros sobreviven con pocas ventas

El rubro gastronómico es uno de los más golpeados por la crisis económica, producto del aislamiento, la mayoría bajó sus ventas mientras deben mantener los costos básicos de los comercios como servicios y alquiler.

Los locales dedicados a la venta de comida como bares, restaurantes y rotiserías han tenido que adaptarse a las nuevas medidas por el Covid-19. Todos permanecen sin abrir sus puertas al público y algunos optaron por el delivery.

¿Cuál es la situación de los comercios de la zona?

Algunos comercios evalúan cerrar sus puertas, principalmente aquellos que tienen varias sucursales. La incertidumbre es total para los locales gastronómicos de Villa María y Villa Nueva que no saben cuándo podrán volver a abrir sus puertas.

Marcela Soleani, de Ponte Vecchio, contó a Villa María VIVO, que están evaluando cerrar uno de los locales. “La situación es muy compleja, sobre todo el restaurante que no podrán abrir sus puertas hasta el verano, entrado diciembre aproximadamente”, dijo.

De igual manera, Mayco del Rincón de las Delicias, que tiene varias sucursales, decidió suspender momentáneamente el funcionamiento de algunas: “la situación nos afecta de lleno, nos baja la venta una locura, la gente tiene disponibilidad de tiempo para cocinarse y sumado a la crisis no hay gran consumo”.

Por su parte, María Balanza, encargada de Ribera, explicó que lo que prevalece es la incertidumbre de no saber cuándo podrán abrir los locales. “No se sabe si es un mes o en un año, nosotros sólo tenemos en funcionamiento un local de los tres. Con delivery no hay forma de sostener tres lugares”, mencionó.

Paul Broussalis, de Ibiza Café, contó que había invertido en dos salones para ofrecer más servicios y ahora “están parados”. Las facturas de luz, agua y gas cuestan más de $20000. “Ni en la crisis de 2001, llegué a esta situación”, dijo.

El delivery: ¿alivianó la situación?

Para Soleani, el delivery suma algunos ingresos pero “no supera el 10 o 20 % de la facturación”. Mientras que, en el caso de Ribera, reconocen que no todos los locales pudieron adaptarse al delivery.

“Con el delivery podemos cumplir con el sueldo de los empleados, tenemos una venta de sólo el 20% de lo que vendíamos antes”, dijo Mayco del Rincón de Las Delicias.

“El plato de comida sale más caro por el cadete, ha funcionado un poco mejor el delivery, fue durísimo, nos mantenemos con promos y ofertas”, dijo Balanza.

Más competencia

Algunos coincidieron en que hay más competencia por que se sumaron quienes no hacían delivery antes de la pandemia.

“Ahora al haber tantos a todos nos va más o menos, los precios tienen que estar accesibles y mucha gente empezó a vender en los barrios con emprendimientos, entonces es como que competís con más gente”, dijeron desde Ribera.

Por su parte, desde Ponte Vecchio dijeron: “tenemos una competencia feroz de otros que se suman a este rubro, restaurantes que salen a vender sus platos de cartas, servicios de catering que también hacen comida para llevar y todas las casas particulares que hacen comida, el mercado está totalmente roto y nadie hace dinero en estas condiciones”.

Quieren abrir sus locales

Desde La Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), Oscar Ferrato, adelantó a Villa Maria VIVO que dueños de hoteles y comercios gastronómicos se reúnen para avanzar en soluciones a la situación que viven.

Ambos espacios presentarán notas al Concejo Deliberante para pedir la apertura al público con protocolos de seguridad e higiene. Desde el gremio, conocen la situación de bares y locales más pequeños que ya decidieron cerrar sus puertas mientras que los más grandes aún evalúan la situación.

Por su parte, Marcela Soleani, contó que buscan avanzar en la conformación de un espacio de observación de emergencia gastronómica de la zona. “Es muy triste perder las inversiones que se han realizado en tan poco tiempo, porque no son muchos los que van a poder sostener de su propio bolsillo un local cerrado 5 0 6 meses”, dijo.

Sin trabajo para quienes viven de la gastronomía

Además de quienes tienen locales gastronómicos, se suman los profesionales que también forman parte del rubro como instaladores de equipos de cocina. Walter Alanis contó a Villa María VIVO que hace servicio técnico en gastronomía y “hace más de 60 días” que no trabaja.

“Yo hago servicio técnico a implementos de gastronomía, gas y refrigeración, máquinas de café. En 2 meses gane $3000, de mis clientes ya cinco cerraron sus negocios”, explicó.

Fotos: ilustrativas/archivo de VMVIVO

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