La Casa Balear Villa María concretó su tradicional festejo de la fogata por San Juan, esta vez en el predio de Los Baguales que, de alguna manera, también está vinculado históricamente a los primeros inmigrantes baleares que llegaron a estas zonas.
En la noche del viernes 23 de junio, vísperas de San Juans se hizo esta fogata que congregó a descendientes de los primeros inmigrantes que llegaron a Villa María y Villa Nueva.
- Entre estas dos ciudades actualmente hay unos 3.000 descendientes de baleares, en su mayoría provenientes de Menorca.
Esperanza María González LLabrés es la presidenta de la Casa Balear de Villa María y explicó que la institución viene realizando, no solamente acciones culturales, sino también sociales.
La tradición de la fogata
La convocatoria todo los años de la fogata de San Juan es una forma de mantener viva la tradición cultural de esta comunidad.
En torno al fuego se danza y se realizan algunos rituales que llevan siglos en esa comunidad.
Una acción a la que se invita a participar a todos los asistentes es a escribir en papeles aquello que no quieren que se repita del año anterior, y arrojarlo al fuego para que se queme.
También se incendian algunos demonios que son fabricados para la ocasión con papel y cartón.
Otro ritual es la que se cocinan papas que luego son cortadas y comidas por los asistentes.
Ayuda social
En lo social, explicó González, la Casa Balear de Villa María realiza acciones y gestiones para ayudar a otras entidades como la Asociación Carlón, que tiene una lavandería, la Casa Esperanza, que ayuda a personas con problemas de adicciones, y a Nuevas Oportunidades, de barrio La Calera, que busca insertar laboralmente a jóvenes.
En la sede de calle Mariano Moreno 448 funciona la secretaría martes y viernes por la mañana, una biblioteca y también es sede de diferentes talleres abiertos a toda la comunidad.
Hay talleres de teatro, yoga, títeres, entre otros para niños y adultos.
