[FOTOS] De regreso a Villa María, Susana Montero y Santiago Virovoy dialogaron con Villa María VIVO! Sobre su experiencia en el Aconcagua.
La abuela de 72 años y su nieto de 14, estuvieron 14 días en Mendoza con el objetivo de hacer cima en el cerro más alto de Sudamérica, pero no pudieron lograrlo.
Ver: Susana ya está en Mendoza para escalar el Aconcagua a sus 72 años
A 4.300 metros sobre el nivel del mar, Susana sufrió una baja de presión y los médicos del campamento le indicaron que ya no podía continuar. Le restaban 2.400 metros para cumplir su objetivo, pero sabía que iría “hasta que la montaña me deje”.
La situación era una posibilidad desde el momento en el que planearon el viaje, abuela y nieto, es por eso que ya lo tenían hablado y Santiago regresó junto a su abuela.
La más grande y el menor del grupo
Los villamarienses representaron a generación durante su escalada, ella la más adulta del grupo y el adolescente, el menor. Junto a ellos iban otras tres personas que se proponían pisar el punto más alto de América Latina, y sólo uno hizo cima.
Respetando el estado físico de cada uno, Susana y Santiago subieron por separado. Atravesaron ríos, sufrieron aludes de barro y sintieron mucho miedo. A la mujer de 72 años lo que más temor le generó fue cruzar los innumerables ríos, y el joven contó que sintió una mezcla de sensaciones “miedo, entusiasmo y nervios”.
Sin dudarlos, al comienzo de la conversación Susana indica que fue una experiencia “muy linda, pero difícil, en la que hay que andar mucho”.
La travesía, que no será la última para la abuela ya que todavía le falta cumplir el sueño de tirarse en paracaídas, le permitió a conocer personas de todas partes del mundo.
“Ustedes son muy corajudos”, contó Susana que le decían los montañistas.
Continúa con su objetivo
El joven de 14 años indicó que volvería a intentarlo. Llegó hasta el cerro Bonete, que se encuentra a 5 mil metros de altura. Subió con permiso de su abuela, que cuando decidió abandonar le permitió que suba mientras ella lo esperaba en el campamento.
Satisfecha por el logrado a sus 72 años y haber regresado con la salud intacta, el mensaje de Susana es que “no importa los años. Hay q entrenarse y tomar conciencia, que se puede”.
