La Unión Cívica Radical de Villa María acusó al intendente en uso de licencia, Martín Gill, de provocar un “vacío de poder” en la Municipalidad local y de darle “un golpe artero y por la espalda” a la sociedad que lo votó para ser reelecto.
En un comunicado difundido desde el Comité, señalan que el gobernante se mueve “en beneficios de grupos económicos”, y que prioriza los proyectos individuales a los colectivos.
Con la designación de Pablo Rosso, decano de la UTN al frente del Ejecutivo, los radicales sostienen que Gill busca tener ingerencia sobre “los tres presupuestos públicos más grandes de la ciudad”, incluyendo al municipal y el de la UNVM.
Este es el texto completo del comunicado:
Los sistemas sociales se construyen y desarrollan sobre dos pilares fundamentales, la confianza y la cooperación, la confianza en las instituciones es lo que les da la legitimación, la falta de ella da lugar a crisis como las que se vió recientemente en países vecinos y en el nuestro muchas veces, pero no hace falta ir muy lejos.
En nuestra ciudad, desde el punto de vista de la institucionalidad se está viviendo una situación que no tiene precedente. Un vacío de poder imputable pura y exclusivamente al Ab. Martín Rodrigo Gill, que por privilegiar cuestiones personales abandonó el cargo por el que la sociedad villamariense lo honró y él mismo solicitó sólo unos meses atrás. Un golpe artero y por la espalda a la confianza de la sociedad que lo proclamó.
Las sociedades que cooperan en pos de objetivos comunes logran cosas importantes, en nuestra querida Villa María la cooperación solo se da en beneficio de grupos económicos y de poder, en función a beneficios sectoriales en pos de proyectos individuales, nunca en términos colectivos. Como ejemplo de esto basta con reflejar los últimos acontecimientos.
Después de casi dos meses de receso, el legislativo en una sesión preparatoria, bochornosa e inédita, elige a las nuevas autoridades del cuerpo, para el nuevo período legislativo 2020, donde resulta como presidente el Ing. Pablo Rosso, con solo tres votos, sin contar el suyo, y 7 abstenciones.
Por lo tanto, como tal, pasa a suceder al Intendente Interino Ab. Carlos De Falco. De tener a un intendente elegido por una amplia mayoría de la sociedad pasamos a tener uno elegido por 3 votos.
Rosso asume el cargo de Intendente, siendo además Decano de la Universidad Tecnológica Nacional, cuando no hace falta aclarar que el cargo de Intendente es de dedicación exclusiva.
La voracidad de la clase dirigente no tiene límites, en el fondo lo que se busca es la construcción de un proyecto de poder hegemónico y la ecuación cierra con el manejo de los tres presupuestos más grandes de la ciudad: Municipalidad, Universidad Nacional de Villa María y Universidad Tecnológica Nacional, con todo lo que eso significa en cuanto al manejo de recursos, y el derrame hacia grupos económicos, basta con recordar la entrega del Salón de los Deportes a un privado, a cambio de un galpón en terrenos de la UNVM, y la probable entrega de la Plaza Ocampo a otro grupo económico.
La democracia está lejos de fortalecerse, todo lo contrario, hechos como los vividos en la sesión preparatoria del Concejo Deliberante, hacen que se tenga una sociedad cada vez más anarquista y peor aún, mas indiferente. Los dirigentes políticos se comportan como adolecentes caprichosos o como niños peleando por un caramelo, los principales perjudicados son los villamarienses, que esperan “gestión” por parte de las autoridades municipales y no una disputa de poder.
En un escenario donde los problemas de los vecinos se acrecientan, en un contexto de crisis económica y en el que el municipio hace tiempo que viene con atrasos en los pagos, con obras que han tenido que rehacerse varias veces, los sectores más vulnerables con dificultades para acceder a los artículos de necesidades básicas, el sector comercial, industrial y de servicios encuentra cada día mayores obstáculos para el desarrollo de sus actividades.
Paralelamente, se pide mas sacrificios para sacar al país de la crisis, pero la dirigencia política, no hace más que mirarse el pupo o ver de dónde puede sacar la mayor tajada.
Las acciones vergonzantes como las vividas en el Concejo Deliberante, desnuda el vacío de poder y la falta de gestión, mientras que unos pocos sacan provecho en toda esta supuesta cadena de favores. No seguir debilitando las instituciones de la Democracia, hay que trabajar para reconstruir la confianza.
UCR – Villa María.