La importancia del tiempo libre de los chicos en vacaciones

Muchos padres se encuentran con el dilema de qué hacer durante el receso invernal para aprovechar el tiempo al máximo, fomentar un espacio en familia y darles algún gusto a los más chicos, pero siempre suelen aparecer momentos en los que no saben si lo que están haciendo está bien o mal.

Desde la Asociación Argentina de Consultores Psicológicos se difundieron algunas pautas a tener en cuenta.

Vacaciones no es sinónimo de jugar todo el día, también es importante descansar, que exista un equilibrio entre dormir y comer bien, tener actividades al aire libre, compartir con los amigos, jugar y también realizar actividades relacionadas con el colegio, como leer y escribir, con la finalidad de regresar a clases sin haber perdido el ritmo que ya han logrado en la primera mitad del año.

Planificar con tiempo

“Atender a las necesidades del niño, no dejar que te llegue el tiempo de receso encima, sino planearlo con algo de anticipación, comprender que, en realidad, estamos ante un receso y no precisamente vacaciones, con lo cual el chico no debería desconectarse totalmente de toda su rutina, algunas cuestiones domésticas deberían permanecer, como para que, luego, el retorno no sea tan costoso. Un receso es un momento que podemos utilizar para algo constructivo o algo pendiente, que justamente debería ser pensado en familia para evitar los sobresaltos”, explica Alejandro Corbalán, presidente de la Asociación Argentina de Counselors.

Además, detalla el especialista, “es necesario observar las necesidades de todos. Desde el Counseling, nuestra visión de la familia implica que ella es una organización grupal cuyo objetivo es el desarrollo de todos y cada uno de sus integrantes. Los padres no están solamente para ayudar a que sus hijos se desarrollen, las necesidades de los padres también se tienen que tener en cuenta, sobre todo en momentos de recesos escolares, durante los cuales a veces los padres deben continuar su actividad laboral habitual aunque tengan también ganas de hacer cosas diferentes”.

Calidad del tiempo

Es importante tener un tiempo libre de calidad. Esto es uno de los aspectos de la educación que en más ocasiones se olvida. La educación en el tiempo libre permite mejorar la calidad de vida de los niños y, a través de ella, prevenimos conductas relacionadas con la ansiedad, aislamiento, consumismo excesivo, etc. Es importante que los padres tengamos en cuenta algunos aspectos relacionados con la educación en el tiempo libre para poder hacer frente a cuestiones relacionadas con esto:

En primer lugar, pensar el tiempo libre como un proceso creativo, no un elemento de consumo. “No todos los chicos tienen expectativas propias, muchas veces se las generan los propios padres. Los chicos solo quieren jugar y divertirse, por eso, es importante no generar expectativas falsas en las cuales quedaremos atrapados los adultos”, detalla Corbalán. Aquí entra el tema de los límites: si los padres pueden o no establecerlos. “Para que el chico tenga una guía de qué puede hacer y qué no, esto debe hacerse durante todo el año, es difícil querer implementarlo sólo en vacaciones”.

Estímulos y motivaciones

En segundo lugar, las actividades de ocio deben actuar como estímulo, despertando el interés del niño y motivando determinadas actitudes. En muchas ocasiones, somos los padres quienes imponemos determinados juegos o actividades a nuestros hijos que, lejos de resultar interesantes para ellos, provocan desinterés. La actividad creativa y lúdica propicia el desarrollo cognitivo, afectivo y social.

Pautas

Por todo lo anterior, proponemos, finalmente, algunas pautas a considerar a la hora de preparar nuestro receso familiar:

– Programar el tiempo libre para jugar: los padres deben enseñar a los niños a organizar su tiempo libre. No se trata de planear milimétricamente el tiempo de ocio sino en ofrecer alternativas diferentes que sean apropiadas para que el niño pueda elegir. Se trata de que el niño a medida que vaya siendo mayor, vaya aprendiendo y estructurando con autonomía él mismo su tiempo libre.

– Proponer alternativas: además de ocupar todo el tiempo con juguetes, los padres deben ofrecer a sus hijos alternativas de ocio: ir en bici a pasear, leer un libro, etc. Se trata de enseñarles a ocupar el tiempo de diversas formas. El ejemplo de los padres es clave.

– Jugar con ellos: a ellos les gusta jugar con sus padres, aunque no sean sus compañeros de juego habituales del colegio, es muy importante jugar con ellos entre los 3 y los 12 años principalmente. Esto ayuda mucho a crear el sentimiento de familia y a estrechar relaciones.

– Estar atentos y canalizar sus expectativas: evitar las falsas promesas que generen insatisfacción y usar la creatividad para generar actividades integradoras.

(*) La Asociación Argentina de Counselors (Consultores Psicológicos) nuclea a los profesionales de esta disciplina desde 1991. Más información: www.aacounselors.org.ar.

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