Detrás de cada fiesta clandestina que se hace en Villa María o Villa Nueva hay un gran movimiento de autos, motos, gente, bebidas, equipos de sonidos y más.
Es parte de la actividad nocturna instalada en los alrededores y dentro de las ciudades, cada vez menos ocultas.
Si bien son reuniones no autorizadas, su frecuencia y concurrencia hacen que se trata de un fenómeno que ya se hace prácticamente a la vista de quien desee verlo.
Desde hace meses que estas fiestas se realizan casi sin restricciones y ponen en circulación una buena cantidad de dinero.
Detrás de cada fiesta hay montos importantes de efectivo, que son los que disponen sus asistentes para movilizarse y consumir bebidas, además pagar entradas en algunos casos.
Al mismo tiempo que estas fiestas clandestinas se multiplican, se suman sin parar casos de contagios entre jóvenes.
La Policía parece ser por ahora la única institución del estado que intenta disuadir la realización de estos eventos, en los que el distanciamiento físico y el uso de barbijo no se aplican.
Autos, motos y dinero detrás de cada fiesta
En las últimas jornadas se viene desactivando varios eventos y se ve que detrás de cada fiesta hay un movimiento importante de gente y vehículos.
En la madrugada de este domingo se desactivaron dos encuentros más.
Por un lado, personal policial de la Departamental San Martín se constituyó en barrio Nicolás Avellaneda, donde se estaba llevando a cabo una reunión social no autorizada del tipo fiesta clandestina.
Una vez en el lugar observaron una concurrencia aproximada de unas 60 personas y unos 60 vehículos entre automóviles y motocicletas.
En el lugar se identificó a un joven de 25 años de edad como supuesto responsable del lugar.
Por lo tanto, se lo notificó de la infracción al artículo 205 del Código Penal.
De esta manera, esa fiesta quedó desactivada, pero no era la única.
También en la madrugada de este domingo 4, personal policial se constituyó en inmediaciones al puente Andino, sobre ruta nacional 158.
Una vez en el lugar se observaron una concurrencia aproximada de unas 25 personas y unos 35 vehículos entre automóviles y motocicletas, según enumera el parte policial.
Las personas abandonaron el lugar ante la presencia de los uniformados, quedando de esta manera desactivada la fiesta.
