A 5 años del #NiUnaMenos: estudiantes de la UNVM consultan más por violencia psicológica y simbólica

Desde hace dos años, aproximadamente, la Universidad Nacional de Villa María cuenta con un protocolo propio para intervenir y trabajar por un espacio libre de violencias.

Se trata del Protocolo para prevenir, abordar y sancionar las violencias en el ámbito universitario, aprobado en 2018 por el Consejo Superior de la casa de altos estudios.

Desde su puesta en marcha, el equipo interdisciplinario a cargo de intervenir ha recibido consultas, principalmente del claustro estudiantil.

Tiene lógica: el ámbito universitario es un lugar en donde las relaciones de poder están marcadas, principalmente las docentes-estudiantiles.

Villa María VIVO! habló con Marcela Pozzi, secretaria de Bienestar de la casa de altos estudios, área que ejecuta a través de un espacio concreto el Protocolo y brindó detalles sobre el funcionamiento de la herramienta. Pozzi es docente, reconocida investigadora en materia de género y tuvo un rol fundamental en la creación y redacción del protocolo.

Libre de violencias

“Es una herramienta que tiene como objetivo generar un espacio universitario libre de violencias, que aloje las diferentes formas de vida sin discriminación ni hostigamiento por razones de sexo, sexualidad, género, identidad y/o expresión de género”, indica Pozzi al inicio de la entrevista.

La secretaria remarca a lo largo de la charla que lo importante del protocolo, a dos años de su aprobación, no tiene que ver con lo cuantitativo sino con lo preventivo. Hace referencia así a las clases de relaciones propias dentro de la institución universitaria.

El espacio universitario está marcado por relaciones de poder, que además de las relaciones de poder que implican las relaciones de género, también están las de poder entre distintos claustros”, explica.

En este sentido, agrega que el claustro estudiantil “no tiene el mismo poder que el docente”. Es este claustro, el estudiantil, el que más uso hace del protocolo, dice.

Cómo funciona

El protocolo plantea un procedimiento que tiene tres posibilidades: consulta, manifiesto y denuncia.

La consulta implica un nivel de intervención siempre en consenso con la persona que llega al espacio con una demanda en particular.

En tanto el manifiesto, trata de un escrito voluntario que también se hace de manera conjunta con la persona afectada.

Finalmente, la denuncia se realiza –también con el consenso de la persona afectada- a través de los canales administrativos con los que ya cuenta la universidad.

Quién interviene

Pozzi explica que, quien siente necesidad de acudir al espacio puede llegarse a un lugar específico existente en el Campus o también, en época de pandemia, por Whatsapp y/o correo electrónico.

Al llegar una persona con una consulta determinada, el equipo de intervención comienza a ejecutar el protocolo teniendo en cuenta las posibilidades mencionadas anteriormente.

El equipo está conformado por profesionales con formación en perspectiva de género y derechos humanos, integrado por abogadas, psicólogas y trabajadoras sociales, explica Pozzi.

Intervenciones y sanciones

Ante la consulta, Pozzi explica que es el claustro estudiantil quien más uso hace de la herramienta y que las violencias psicológicas y simbólicas son las más consultadas.

En cuanto a las sanciones, el procedimiento tiene en cuenta lo mencionado con anterioridad: las relaciones de poder que se dan en el espacio universitario.

“Teniendo en cuenta ese contexto cultural, histórico, social e institucional, se lleva adelante la intervención singular que implique la situación concreta”, indica Pozzi.

Agrega que, en caso de existir una sanción se tienen en cuenta los medios que la universidad ya plantea de manera institucional, ya sea una sanción o un proceso administrativo.

También indicó que cuando hay afección entre estudiante-docente, el protocolo “va a plantear el mismo nivel de conductas alcanzadas establecidas por ley 26485 y además situaciones de hostigamiento, discriminación por razones de sexo, sexualidad, género, identidad y/o expresión de género”.

Efectividad

Pozzi no habla de números, explica la sistematización tiene que ver con que hace poco tiempo que funciona el dispositivo y que además existen diversos modos de intervención.

Sin embargo, hace hincapié en lo preventivo: “Si hablamos de efectividad, tenemos que hablar de algo que tiene que ver no solo con las medidas sancionatorias, sino fundamentalmente de las medidas preventivas y de abordaje”, sostiene.

Agrega que el protocolo, principalmente el equipo que lo lleva adelante, “ha trabajado mucho durante estos dos años en fortalecer las medidas preventivas y de abordaje, para que en el caso que exista una sanción o medida de reparación se pueda dar de manera más integral, que es lo que busca esa persona afectada”, finaliza.

Cómo hacer consultas

Si sos una persona afectada, de cualquier claustro, podes realizar la consulta al equipo de intervención por correo electrónico [email protected] o los martes de 18:00 a 20:00 horas o viernes de 16:00 a 20 horas en el campus.

También podes comunicarte al teléfono 0353 4539100 interno 3192 o al whatsapp 3534063312.

La línea es segura de comunicación privada para el asesoramiento y abordaje.

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Foto: Marcela Pozzi – Villa María VIVO!

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