Joni Stobbia es un comerciante de Hernando, tiene 33 años y como meta quiere trepar los puntos más altos de los siete continentes. Su última experiencia fue en el Monte Denali en Alaska.
De Hernando a trepar los puntos más altos de los siete continentes
La meta de Joni es escalar todos los techos del mundo, es decir subir a las cumbres de los siete continentes. Ya logró cuatro y su última misión fue especial.
Durante un par de años tuvo que alejarse de la actividad física por problemas de salud, pero ahora volvió. Su ultima expedición fue trepar el Monte Denali en Alaska en América del Norte, que tiene 6190 metros.
La escalada fue difícil con 35 grados bajo cero, gran amplitud térmica y vientos de más de 50 kilómetros por hora.
“Hace días que llegamos y cumplimos con el aislamiento que dictamina el COE y ahora ya pude salir. Vine desde Alaska, estuve en Denali, en una de las montañas más difíciles y más frías”, dijo Joni a Radio Hernando.
“La idea es terminar el circuito de las siete cumbres en los Polos Sur y Norte. Estuve en Aconcagua, África, Melbourne, y Denali. Quedan tres por cumplir si Dios quiere y se da”, relató sobre sus objetivos.
Sobre sus problemas de salud, contó que en 2019 tuvo problemas cardíacos y estuvo dos años retirado del deporte.
“Este año me dieron el alta y a principios de 2021 comencé a entrenar. La preparación es tratar de no parar nunca, pero cuanto antes mejor para llegar”, aconsejó.
Cómo fue ir a Alaska
El equipo que trepó en Alaska eran siete: cuatro argentinos, un chileno y dos mexicanos.
“Nos acompañó Rafael Jaime que es un atleta ciego y compartimos con él hermosos momentos, fue un orgullo. Es un ejemplo en lo deportivo, en la vida y como persona. Él va a ser el primer ciego iberoamericano en lograr este objetivo que también yo tengo”, dijo el deportista.
“Cada cordón montañoso fue particular, el que me marcó más fue Aconcagua, la montaña más alta de América. Cuando llegas a la montaña y haces cumbre es algo inexplicable, a miles de metros, una sensación única”, agregó.
“Un día salimos a las tres de la mañana con menos 18 grados y terminamos a la tarde con 40 grados; estuvimos deshidratados a punto de desmayarnos porque el cuerpo no entendía el clima”, contó.
Sobre su experiencia, Joni relató: “Quiero marcar el mensaje de que si se quiere se puede. Soy una persona normal, con una vida normal que tiene esos sueños. Estoy satisfecho, pero no lleno porque quiero algo más”.