Ricardo Rivarola amplió su denuncia y entregó un audio en el que, según dijo, se escucha a una parsona hablar de “hacer la vista gorda” por los robos en la Escuela Proa.
Se trata del electricista que había sido contratado por una empresa para la construcción del edficio de la escuela Proa en el campus de la UNVM.
Rivarola fue despedido luego que se hiciera pública una denuncia judicial en la que dejó en manifiesto que le habían robado herramientas, y que también se habrían producido robos de materiales de la escuela.
VER ► Grave denuncia en escuela Proa: robos y amenazas dentro de la obra
Concurrió varias veces a la Justicia, incluso para denunciar que había sido amenazado e intentaron atropellarlo.
En esta nueva oportunidad, aportó un audio en el que se escucha que, aparentemente, se le pide a un guardia se seguridad que haga “la vista gorda”.
Ricardo Rivarola, en diálogo con Villa María VIVO, manifestó:
“Vine aportar un audio que llegó a mi poder la semana pasada, dónde se nombra a un guardia de seguridad que le hacen una oferta para que haga la vista gorda”.
Esto sería, según interpretó, “para poder cometer los ilícitos”.
Dijo que “se nombra a personal jerárquico de una empresa, y hay varias personas involucradas en el audio. Por este motivo aporte está información a la causa”.
Detalles del audio sobre escuela Proa
Según trascendió, en el audio aportado por Rivarola a la causa, se escucha la voz de un trabajador:
“Les dije que lo hablen al último guardia que estaba cuando pasaron las cosas”, sería, casi textual, una de las frases.
La misma voz da un nombre de varón, quien supuestamente le dijo que “los de (nombra una empresa) le dijeron que hiciera la vista gorda, que después le iban a tirar algo a él”.
Todo esto, supuestamente para que el guardia no alerte si veía movimentos sospechosos.
Esto habría sido pueso en conocimiento de profesioanales de la obra, “pero no lo citaron, en algo raro andan”, concluye.
Cuando lo siguieron y abrieron el auto
El pasado 4 de julio, Ricardo Rivarola, el electricista despedido de la Escuela Proa, ahora denunció que lo persiguen y le abrieron la puerta de su automóvil.
Este hecho ocurrió durante la semana anterior y decidió radicar una denuncia en la Unidad Judicial de la ciudad de Villa María.
Ahora advirtió que “desde que (el tema) salió en los medios se calmó todo y no recibí más amenazas”.
“Solo fue durante la primer semana cuando presente la denuncia y me abrieron la puerta del auto. Además me siguieron hasta la fiscalía”, agregó.
El denunciante, Ricardo Rivarola, trabajaba instalando cables y artefactos en una de las escuela Proa de Villa María denunció que sufrió robos y amenazas dentro de la obra.
En esa oportunidad, en declaraciones a Villa María VIVO, manifestó:
«Salí de Tribunales y formulé una nueva denuncia porque he recibido persecuciones, me abrieron el auto y me pusieron un vehículo frente a casa con dos personas dentro del mismo».
«En sí me abrieron el auto y tiraron los asientos para adelante, evidentemente buscaban algo dentro del mismo, abrieron la guantera», añadió.
La denuncia de Rivarola
Rivarola aseguró que hacía un largo tiempo se venían produciendo robos de las instalaciones que realizaba.
Mencionó la sustracción de cables y elementos de iluminación de alto valor económico y en grandes cantidades.
El denunciante trabajaba para una de las empresas subcontratadas para la construcción de la escuela Proa que se levanta en el campus de la Universidad Nacional de Villa María.
Según denuncia el profesional, algunos de los elementos robados fueron:
- 80 metros de cable de cobre, que tiene un peso de tres kilos por metro, material que se revende a unos 1.200 pesos el kilo.
- 120 metros de cable que estaban instalados bajo tierra.
- 46 plafones de iluminación, armados con sus fuentes, que estaban dentro de un contenedor.
- 30 metros de tiras led que van por dentro del edificio simbolizando la diversidad de género.
- Varios tomacorrientes.
- Numerosas luces dicroicas instalada en el piso.
- Más de 10 rollos de cables de 100 metros que estaban dentro de un contenedor.
Esto, y algunas cosas más, habrían sido robadas del predio en los últimos años.
