Inédita operación cardiovascular a bebé prematuro en el Pasteur

Un equipo quirúrgico del Hospital Regional Pasteur realizó con éxito una cirugía cardiovascular a un bebé prematuro (seismesino), lo que le permitió compensar su estado de salud a partir de una cardiopatía congénita que lo afectaba.

La operación constituye un caso inédito en Villa María ya que sólo se había realizado una intervención de características similares hace una década atrás pero con un paciente de mayor peso y existencia de vida.

A veinte días de su nacimiento y con un peso de 800 grs, la complejidad de la operación impidió la derivación a una institución sanitaria equipada para este tipo de caso, por lo que fue necesaria la adaptación del servicio de Neonatología para realizar la intervención.

“Experiencia inédita”

En este sentido el doctor Víctor Raguzza, jefe del servicio, explicó que “hubo que transformar la sala en quirófano, lo que también marca una experiencia inédita para el Hospital. Además, hay que tener un equipo importantísimo de gente, desde la mucama que limpió la sala, hasta el último médico, que debieron adaptarse a una situación sin antecedentes”.

Para dicha intervención fue necesario un equipo de diez profesionales (dos cirujanos cardiovasculares, un anestesista, cuatro enfermeras, un instrumentista y dos médicos neonatólogos) “que tuvieron que formarse para esta primera experiencia y adecuarse a las condiciones imperantes en el Pasteur, lo que resalta aún más la labor y la trascendencia de una cirugía que terminó siendo completamente exitosa”, precisó Raguzza.

Cómo fue la operación

La intervención fue realizada conjuntamente por los cirujanos cardiovasculares Oscar Rizzo, del Hospital pasteur y Oscar Bauk, integrante de la Unidad de Transplante del Hospital Italiano de Córdoba.

La participación de Bauk, requerido especialmente para esta intervención, se produjo ante la necesidad de utilizar una de las técnicas innovadoras para este tipo de cirugías en prematuros dado que evita que se toque la pleura del pulmón.

Rizzo explicó que se realizó una toracotomía para clampar el ductus arterioso, una de las dos cardiopatías más frecuentes en pacientes recién nacidos.“No es lo mismo este tipo de intervenciones en un bebé a término, lo cual realza el mérito del equipo, ya que en el caso de un prematuro el riesgo de vida está latente tanto en el pre como en el pos operatorio” indicó.

“Nadie hubiera pensado que se podía llevar a cabo”

Tanto Raguzza como Rizzo se mostraron emocionados al momento de hablar del estado de salud del bebé. “Ya salió de su insuficiencia cardíaca se lo está descomplejizando, lo único que resta es poder sacarle el respirador, pero esto es por su prematurez”.

“Esto se hizo en el marco de un hospital público, en circunstancia donde nadie hubiera pensado que se podía llevar a cabo este proceso y con gran vocación. El mérito se lo debemos al servicio de Neonatología”, resaltó Rizzo.

Además de los médicos mencionados participaron la neonatóloga Nancy Tissera, el anestesista Mario Berrini, el cardiólogo Ricardo Elías; la instrumentadora Laura Ponce y las enfermeras Lorena Fuentes, y Alejandra Alemandi, entre otras.

Qué es ductus arterioso persistente

El ductus arterioso persistente o conducto arterioso persistente (CAP) o persistencia del conducto arterioso (PCA) es la persistencia, después de nacer, de la comunicación que normalmente existe entre el sistema arterial pulmonar y la aortadurante la vida fetal. La causa se desconoce y en el 90 por ciento de los casos se presenta como un defecto único.

Es más frecuente en mujeres, niños prematuros y en infecciones por rubéola materna, no produce casi nunca problemas funcionales al nacer. Se puede detectar por la existencia de un soplo o ruido cardíaco continuo (soplo en maquinaria).

Fuente: prensa Hospital Pasteur

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