Una madre que padeció con su hijo accidentado por un choque entre dos motos, quiso hacer público lo vivido “para que no le pase lo mismo a otros chicos, y otros padres no pasen por lo que yo pasé”.
Paola Gordillo relató a Villa María VIVO! que su hijo Matías, de 21 años de edad, fue chocado por otra moto que había cruzado la esquina con semáforo en rojo, y que luego del choque se fugó.
El joven llevaba en ese momento el casco en la mano, dijo, y por la colisión sufrió un golpe en la cabeza.
De todos modos, contó la mujer, el joven se incorporó y se fue por sus propios medios a la casa de su novia, donde pasaría la noche.
El episodio se registró el lunes 11 de febrero, alrededor de las 23:30 horas, y como por el choque, el joven luego perdió conocimiento, dice que “no sabe dónde fue, ni se acordaba de nada”.
Lo más preocupante para la mujer comenzó después, cuando su hijo se empezó a sentir mal, se desvaneció, y fue llevado en ambulancia hasta la guardia del Hospital Pasteur.
“Tirado en la sala de espera”
El joven fue atendido y le colocaron suero, pero la mujer quería hablar con algún médico, algo que, según contó, no pudo lograr.
A las 5:00 aproximadamente le avisaron que le daban el alta y, cuando lo fue a retirar, dijo que lo encontró “tirado en la sala de espera, pálido, con dolores de cabeza y sin poder levantarse”.
“Hasta a las 6:30 estuve esperando atención. Mi hijo seguía mal y pedía por un médico”, contó, mientras las personas con las que hablaba la trataban con “muy mal genio”, según dijo.
La indignación de la mujer pasó por ver a su hijo dolorido y con dificultades para movilizarse, y que no pudiera dar con un médico de la guardia que le diera respuesta y atención al cuadro que presentaba el joven a lo largo de todas esas horas.
Se lo llevó a otro lado
Su hijo seguía acostado en sala de espera. Fue allí que decidió llevarlo a la Clínica de la Familia.
En este centro de salud, agregó, el joven fue atendido en la guardia, le hicieron una tomografía, y allí le encuentran un pequeño coágulo de sangre en la cabeza, por lo que fue ingresado a terapia para su control.
Para la mujer, esto demostró la gravedad de la situación por la que pasaba su hijo, y que hubiera requerido una mejor atención inicialmente.
Paola dijo estar “agradecida a la clínica” por la atención recibida, al tiempo que sintió “lástima de tener un hospital tan grande que no lo saben valorar los propios médicos”.
“Me lo largaron como un perro”
Una vez que pudo solucionar lo de su hijo, lamentó la “mala atención” recibida en la guardia del centro de salud provincial.
“Me lo largaron como un perro”, sentenció la mujer, quien se largó a “llorar de impotencia”.
Sin embargo, Paola Gordillo no se quedó quieta y llevó su queja ante la dirección del Hospital Pasteur, y pidió hablar personalmente con el director.
“No quiero que pase de nuevo a otro chico”, repetía la mujer.
Respuesta del hospital
Desde el Hospital informaron que se inició una investigación administrativa y que el médico que estaba de guardia esa madrugada hizo también su descargo sobre la situación.
“Se sigue todo el procedimiento. Se analiza el caso y todos hacen su descargo. Luego el director evaluará como fue el procedimiento y en caso de entenderse que hubo alguna situación irregular, se tomarán medidas”, explicaron desde el centro de salud.
“A la mujer se le dará una respuesta”, se aseguró.
La vía de reclamo
Un aspecto que resaltaron desde el Pasteur es que muchas veces, antes episodios como estos, que generan quejas de usuarios del servicio, muchas personas eligen canalizar su descontento por redes sociales o en los medios de comunicación, sin acudir al canal institucional del hospital, para que pueda analizarse el caso y tomar eventualmente medidas.
“Es bueno que vayan a la dirección, porque es la única forma de investigar, corregir y tomar medidas. Las puertas siempre están abiertas. Se da lugar y respuesta”, fue el mensaje.
