Desde un tiempo se observa una gran cantidad de galgos en las calles, con un notorio estado de abandono tanto en Villa María como en Villa Nueva. Desde diversas organizaciones afirman que esta situación se acentuó con la prohibición de las carreras. (Ver: Se ven más galgos en las calles desde que prohibieron las carreras)
En diálogo con VILLA MARÍA VIVO, desde la Asociación Protectora de Animales Domingo Faustino Sarmiento cuentan que tienen galgos recuperados que han sido encontrados en la calle o abandonados por sus dueños desde un vehículo.
Explican que no solo desde la sanción de la Ley, sino desde el comienzo de las marchas y campañas, notan un aumento importante de estos animales en las calles tanto “en mal como en buen estado”.
“Muchas veces han sido torturados por sus propios dueños a modo de amenaza a proteccionistas para que no se apoye la legislación”, indican.
Secuelas y costos de tratamientos
La gran mayoría tiene algún problema, principalmente en sus patas como secuelas a las carreras que eran sometidos. Las operaciones y tratamientos por los que deben pasar son muy costosos y dolorosos.
“Por lo general implican la colocación de clavos a causa de las quebraduras y todo lo que conlleva cualquier intervención desde los análisis hasta la rehabilitación”.
Refugios saturados
Creen que esta situación podría haberse solucionado si antes de llegar al Congreso, hubiesen previsto y organizado la creación de centros que los puedan albergar.
“Las capacidades de todos los refugios están saturadas y sería muy imprudente permitir el ingreso de nuevos animales sabiendo que se puede ver afectada la calidad de vida de los demás”.
Otra opción que proponen es buscar hogares provisorios que los contengan hasta estar en condiciones de ser adoptados, pero “estos también escasean, al igual que las adopciones responsables”.
Cuentan que tampoco es facil llevar adelante un refugio para animales porque se necesita de un lugar físico, acondicionarlo, dinero para solventar gastos de mantención, alimentos, gastos veterinarios, traslados, limpieza, servicios, entre otros.
Faltan voluntarios
Otro problema crítico de la situación es que escasean las personas que se ofrecen como voluntarios. “No asumen la constancia ni el compromiso de ayudar periódicamente”.
Resaltan que la gente solo se acerca por necesidad e interés de dejar a los animales allí. “No los visitan más, no buscan adoptante, no vuelven ni a dejarles comida mensualmente”.
El rol del estado
No solo el tema se complejiza en relación a los galgos. La problemática se acentúa con todos los perros. Destacan que no pueden contar con el Estado ya que sus políticas no están enfocadas a controlar la población de animales. “Nuestros pedidos y proyectos siempre quedan en último lugar”.
“Nuestra ONG, al igual que las demás proteccionistas independientes, no dan más abasto con los casos que surgen día a día. Al ser todo a pulmón las posibilidades de acción son limitadas y la población de perros galgos en las calles parece haber crecido exponencialmente”.
Fotos: VillaMaríaVivo.com/Asociación Protectora de Animales Villa María
