Se hicieron pasar por obreros, robaron y ahora fueron condenados

Dos condenados por un hecho de robo en barrio Santa Ana durante el 2020.

Dos condenados y uno absuelto por un hecho de robo en calle Alfonsina Storni. Foto: Gentileza El Diario

Dos hombres fueron condenados a tres años de prisión por ser los autores responsables del delito de robo calificado por uso de arma de fuego.

 Rubén Darío Carrión (57) y Cristian Diego Palacios (35) fueron sentenciados por un asalto en una vivienda ubicada en calle Alfonsina Storni, en barrio Santa Ana.

El juicio se desarrolló bajo la modalidad de abreviado, ya que los acusados aceptaron los cargos por los cuales llegaron al banquillo.

Durante la audiencia no se pudo comprobar la operatividad del arma que utilizaron para poder ingresar al domicilio ubicado en barrio Santa Ana y amordazar al damnificado. Esto permitió que la pena sea menor.

La jueza fue Eve Flores, el Fiscal Francisco Márquez y los abogados defensores Javier Marcos y Florencia Vottero.

¿Cómo fue el robo?

El 14 de julio de 2020, Carrion y Palacios ingresaron a una casa propiedad de Juan Guiñazú, vistiendo ropa de trabajo y utilizando cascos amarrillos y presentándose como obreros, le dijeron al dueño del lugar que le tenía que firmar una planilla, pero cuando el vecino abrió la puerta los delincuentes le apuntaron con un arma de fuego, lo golpearon y lo ataron.

Los ahora condenados se apoderaron de 600.000 pesos y de 5.000 dólares, además le sacaron las llaves de una Toyota Hylux y luego se escaparon  en una camioneta Volkswagen Saveiro de color blanco.

El autor intelectual

Los colegas del Diario del Centro del País, indicaron que el arquitecto Gabriel Fernando Fabro que vive a menos de 300 metros de la casa de Guiñazú fue quien ideó el ilícito.

Este hombre fue el primer detenido de la causa y días mas tarde cayeron Carrion y Palacios.

El Ministerio Público Fiscal, secuestró durante los operativos 200.000 pesos en billetes de 500, la camioneta Saveiro, cuatro teléfonos celulares, dos camperas, dos morrales y un tapabocas.

Después de un par de semanas Fabro recuperó la libertad, ya que carecía de antecedentes penales.

Los abogados defensores del arquitecto Rodrigo Hayas y Martina Roldan, solicitaron una probation y de esta manera evitaron que se sentara en el banquillo de los acusados.

Tiempo después Fabro le reintegró parte del dinero a Guiñazú.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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