Tras la interrupción de la pandemia durante los últimos dos años, regresa un clásico de los baleares en nuestra ciudad. Además, en esta oportunidad organizan concurso para crear el demonio que se queme en la fogata de San Juan.
El jueves 23 de junio se realizará una nueva edición de la tradicional Fogata de San Juan.
Se trata de un evento organizado por la Casa Balear de Villa María que incluye bailes tradicionales y folclóricos.
Para ella en cada oportunidad alguna institución de la ciudad confecciona el demonio que se quemará en la ceremonia.
En este caso, y tras dos años de suspensión por la pandemia, invitan a todos los villamarienses a crear el demonio que va a arder.
Carla, de la Casa Balear, explicó a Villa María Vivo: “con esta fogata ahuyentamos los malos pensamientos, deseos y pedimos por un buen año.
En esta ocasión invitamos a que la persona que quiera haga su propio demonio. Va a haber un aplausometro para votar por el que más haya gustado.
No hay inscripción previa, solo deben ir esa noche con su creación”.
El concurso se premiará con órdenes de compra e invitan a construirlo en cada casa y luego quemarlo todos juntos en un sector de la costanera. Justamente donde se reunirán en González Camamero junto al margen del rio Ctalamochita (inmediaciones del club Náutico).
Mientras que en el marco de los festejos de Sant Joan, también realizarán un chocolate el domingo 26 de junio.
El valor de la entrada es de $700 y ya hay entradas a la venta vía whatsapp al 0353-154237948.
Será en la sede de la Casa Balear en Mariano Moreno 448 a partir de las 16:30 horas.
¿Por qué se hace la Fogata de San Juan?
La llegada del solsticio de verano se celebra en toda la geografía española con ritos y tradiciones ancestrales. Algunos piensan que San Juan es la noche más corta del año (en el hemisferio norte) o la más larga (en el sur). Aunque esto suele ocurrir el día 21 de junio; alargándose en ciudades la fiesta hasta el amanecer.
La noche de San Juan ha adquirido la magia de las antiguas fiestas paganas que se organizaban con el solsticio de verano.
El origen de esta costumbre se asocia con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte. Y el principal rito consiste en encender una hoguera.
Ello con la finalidad de “dar más fuerza al sol”, que a partir de esos días iba haciéndose más “débil” ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno.
Simbólicamente, el fuego también tiene una función “purificadora” en las personas que lo contemplaban.
Fuente: Casa Balear Villa María
