Preso de Villa María dio un dato que reavivó el caso Bortot

A tres años de la desaparición de Mariela Bortot, la mujer de 40 años en la zona de Inriville, el caso volvió a activarse a partir de un dato que brindó un peón rural que se encuentra preso en la cárcel de Villa María.

Esto hizo que, según las primeras informaciones, se hallaran restos óseos en un campo ubicado entre Inriville, Monte Buey y Leones.

Resta confirmar si los restos supuestamente hallados, corresponden o no con los de la mujer desaparecida el 24 de enero de 2014.

Fuentes judiciales confirmaron a La Voz del Interior que “un equipo de antropólogos forenses fueron enviados a la zona para avanzar en la investigación de los restos”.

Según se informó, “un jornalero, en la actualidad preso en la cárcel de Villa María, señalara el lugar donde dijo haber visto que podría haber sido enterrada la mujer”.

Este viernes, “el recluso estuvo en el lugar acompañado por el fiscal que interviene en el caso, Arturo Aliaga, y personal de la Dirección de Investigación Operativa (DIO), un grupo especial de investigación creado por el Ministerio Público Fiscal”.

“En el campo se inició una excavación y se recuperaron restos óseos que serían una tibia y otro fragmento. Inmediatamente se detuvo el procedimiento y se convocó a los antropólogos forenses del Poder Judicial”, informó La Voz.

El testimonio

También se dijo que “el jornalero preso había manifestado a los investigadores que deseaba reunirse con familiares de Bortot para contarles lo que había visto”.

Carcel (1)

“Cuando hubo indicios de que el testimonio del recluso podrían ser válidos, se avanzó con la búsqueda. Incluso se habría producido una reunión entre el preso y un familiar de Bortot”, completa la información.

Bortot era madre de dos hijas y empleada en el bar de una estación de servicio. La Provincia ofreció una recompensa de 100 mil pesos para quien aportara datos que permitiera avanzar en la causa.

En la investigación judicial hay sólo un imputado: el expolicía Jorge Orellano, quien trabajaba como jefe de seguridad en la estancia del intendente de Inriville, Marco Rodrigué.

Orellano estuvo preso pero quedó libre por falta de pruebas.

AnteriorEl Coro Nonino vuelve con cancionero latinoamericano
SiguienteAlumbrado público: colocan columnas para instalar luces LED