Romina y Maximiliano tienen dos pares de hijas mujeres. En Arroyo Algodón formaron una familia que desde la primera ecografía le dio sorpresas. Catalina, Lucía, Paulina y Martina son sus nenas.
“Cuando nos dijeron que eran dos, me pregunté de dónde venía”, contó a Villa María VIVO Romina Perinazzo, a dos meses de parir al último, por ahora, par de niñas.
En diciembre de 2010 nacieron las gemelas Catalina y Lucía, y este 26 de junio en medio de la pandemia del coronavirus, las mellizas Paulina y Martina. Su hermana, además, también tuvo un par de mellizos.
“Te avisé que lo que Dios te quita por un lado, te lo devuelve por el otro”, le dijo su médico de cabecera, Luis Alberto Rodríguez, tras la pérdida hace dos años de un embarazo también doble.
Cómo le contaron a las gemelas
Luego de días de vacaciones en las Sierras cordobesas, la pareja pasó por la ciudad de Córdoba, “porque a mamá le dolía la panza”, contó sobre la estrategia que planificaron con la complicidad del doctor.
Cuando llegaron, el profesional puso el ultrasonido sobre la panza de Romina y dijo: “mmm creo que no te hicieron mal los sorrentinos, escuchen a sus hermanitas”, invitó a las gemelas a conocer al par de mellizas.
Esto es trabajo de equipo
“Ellas dos fueron las encargadas de decirlo en la familia y son las encargadas de todo”, contó sobre el rol que les dieron a las hermanas mayores, aunque mencionó que uno de los nombres fue elegido por el papá, Maxi Piva “y el otro peleado, pero ellas también eligieron”, agregó a través de un llamado telefónico que de a ratos permitía oír el llanto de algunas de las bebés.
“Pensé que se iban a ponerse celosas pero no, al contrario, me ayudan muchísimo y además ellas querían tener hermanos”, destacó sobre la reacción de las nenas de nueve años que sufrieron también al conocer la pérdida del anterior embarazo.
“Las manejan como quieren, las levantan, las acunan, les dan el chupete y hasta preparan la mamadera cuando se lo pido”, agregó.
“A las gemelas las llama la atención de que la gente nos mira, se ríe y luego dicen ‘ayyy con ternura’, ellas me preguntan por qué esa reacción y les respondo de que porque somos muchas”, contó alegre la anécdota de la última visita al pediatra Omar Literini en Villa María.
Parir en medio de la pandemia
Las mellizas nacieron a las 36 semanas de gestación por cesárea en el Sanatorio Francés de la ciudad de Córdoba y el embarazo fue supervisado por el mismo médico que el primero. “Estuvieron 10 días en la neo por observación, aunque el embarazo fue muy tranquilo y ellas estaban muy bien”, explicó sobre Paulina que nació primera y pesó 2,240kg y Martina con 2,580kg segunda.
Contó que los primeros meses de la pandemia del coronavirus tuvo miedo, pero que su médico le dio mucha tranquilidad. Hicieron todos los procedimientos bajo protocolos e hisopados. “No veía las horas de estar en casa con las cuatro juntas”, contó emocionada.
Pero más allá de los temores, pudo destacar algo de la soledad del aislamiento y es la conexión familiar, tan necesaria en los primeros días de las recién nacidas. “La cuarentena te ayuda por un lado porque no viene gente, pero por el otro necesitas manos”, confesó sobre las visitas post parto.
Planificación familiar
Romina tiene 33 años, “me dice que tendré otro par y que serán varoncitos”, le asegura el médico que sigue sus embarazos y que fueron rigurosamente controlados cada 15 días.
Al consultarle por el plan familiar, dijo que “lo pensaría mucho”. Mencionó además lo importante que es tener en cuenta la situación económica y los tiempos de la pareja al concebir un hijo.
Su primer embarazo llegó cuando trabajaba y estudiaba, por lo que el tiempo diario con las gemelas no es el mismo que puede dedicarle, en otro contexto, a las mellizas, a quienes disfruta de poder amamantar y pasar los días junto a sus cuatro niñas en casa y la ayuda de su marido.
“Para Maxi también es volver a ser padre, pero en otra situación, por edad, madurez, está muy presente y me ayuda mucho. Sobre todo a la madrugada, entre mamaderas y pañales”, aseguró la mamá.
En cuanto a la logística y equipamientos, valoró que en estos diez años lograron tener su casa, aunque deberán ampliarla. “Nos quedó chico el auto, por suerte tenemos muchos de los elementos dobles por las gemelas, pero la compra de pañales es a granel”, dijo con humor mientras desde el otro lado del teléfono se escuchaba, además de su voz el llanto de las bebés.
“Como mamá puedo decir que se necesita de mucha experiencia. Me doy el lujo de poder amamantarlas, disfruto mucho de eso, y sólo darles un poco de suplemento”, destacó.
Sobre los embarazos múltiples, contó que “la primera vez los sorprendió, pero la segunda estaba la posibilidad. Nos quedó chica hasta la cama grande y estamos felices”, dijo con una voz que permitía imaginar una enorme sonrisa del otro lado del teléfono.
Qué dice la ciencia
La licenciada en genética, Virginia Angiolini explicó a Villa María VIVO! que en los embarazos múltiples, “certezas no habrá nunca, siempre se habla de mayor predisposición”.
Diferenció los embarazos de gemelas y de mellizos. “Los gemelos idénticos, son procesos de un sólo óvulo y un solo esperma, y la división se da de la división de ese cigoto”, explicó y dijo que puede haber componentes genéticos de madre o padre que predisponen a este tipo de embarazos.
Mientras que en los embarazos de mellizos surgen de un ciclo menstrual con más de una ovulación. “Son dos procesos de fecundación independiente, en tiempo cercano y son mellizos que pueden ser de diferente sexo o uno más desarrollado que el otro”, describió.
La profesional que trabaja en los laboratorios del Conicet en la UNVM hizo hincapié en que “la formación de mellizos tiene que ver con súper ovulación de la madre y que se genera a través de variantes predispuestas”.