El niño de 5 años espera cada noche a los recolectores de residuos con comida y bebida para compartirles. Vive en barrio Ameghino y los trabajadores lo apodaron “El Gringo”.
Bautista Cisneros es un pequeño vecinito de barrio Ameghino que espera ansioso durante las noches a los recolectores de residuos para brindarles comida y bebida.
Tiene tan solo 5 años pero lo que empezó siendo un saludo nocturno terminó siendo una amistad entrañable con los “basureros”, como les llama con mucho amor.
Katerinne Revelino, su mamá, contó esta hermosa historia a Villa María Vivo.
“Hace 4 años que nos vinimos a vivir acá y ya van 3 que mi hijo se desespera por el camión recolector y saludar a los chicos, como todo nene.
Una noche estábamos comiendo en el patio, abrimos el portón para sacar la basura y Bautista preguntó ´si le damos pizza´. Con su papá prepararon las tres porciones.
Él contento les lleva y se los da, siempre acompañado de un vaso de agua o jugo”.
Este gran gesto ya se volvió un ritual por lo que los espera cada noche, “o pregunta cuando pasan para prepararles algo pizza, choripán o sándwiches”.
De hecho “para su cumple les guardo una sorpresita para cada uno. Lo bueno que nunca son los mismo, siempre cambian.
Los llama los basureros pero los ama a cada uno. Es el famoso gringo y cuando no lo ven en la esquina algunos pasan y tocan bocina”.
Y va por más ya que quiere contagiar a otros niños. “Anoche me sorprendió cuando estaba preparando todo, me dijo que le gustaría que todos los nenes salgan a darle una botella de agua o algo.
Porque ellos corren mucho y aparte limpian la basura de todas las casas de los nenes y si cada casa les da agua o algo de comer ellos pueden trabajar mucho mejor”.