El antiguo vertedero avanza hacia su transformación en un Centro de Gestión Ambiental de vanguardia.
La obra del Centro Ambiental Villa María – Villa Nueva avanza a pasos significativos, para transformar el viejo vertedero en un espacio sustentable de revalorización del residuo.
El intendente Martín Gill, acompañado por su par villanovense, Natalio Graglia, miembros del Gabinete y medios de prensa, realizó un recorrido por el megaproyecto.
Consultado al respecto, el mandatario local enfatizó en el concepto transformador del plan de ejecución:
“Es un proceso de transformación porque se va a incorporar infraestructura y equipamiento para tratar los residuos del conglomerado, convirtiéndose en uno de los siete centros de disposición de residuos con mayor capacidad en el país”.
Además, adelantó que se prevé que las obras concluyan entre los meses de julio y agosto.
El proyecto recibió financiación a través del Banco Interamericano del Desarrollo, y fue licitado por el Ministerio de Ambiente de la Nación.
De esta manera, la ejecución del moderno Centro de Gestión Ambiental forma parte de los siete espacios de estas características que el Gobierno nacional lleva adelante en distintos puntos del país, como el recientemente inaugurado en la ciudad de Formosa.
Para la concreción de la iniciativa, que apunta a un modelo de economía circular, se llevan adelante múltiples frentes de obra. Uno de ellos refiere al proceso de cicatrización, al cual Gill se refirió:
“Durante toda la historia de Villa María, los residuos tuvieron una deposición que no respondía a los parámetros que hoy se exigen. Por eso hoy se está ordenando, generando las coberturas necesarias y acondicionamiento de los suelos para luego emplazar las cubiertas verdes”.
El mandatario destacó la inclusión de equipamiento de alta tecnología único en el país, como la planta de ósmosis inversa que permitirá reutilizar el líquido de los residuos como agua para riego y otros usos.
Además, explicó que se prevé la instalación de columnas de ventilación que permitan evacuar los gases generados por los depósitos de basura, de manera tal que el área quede ejecutada con las normas de seguridad pertinentes.
Con el objetivo de otorgarle un valor agregado al residuo, Gill detalló cuales son los otros frentes de obra que siguen en marcha:
“Se está construyendo un galpón de separación de residuos con ocho puntos de clasificación, para luego darle un nuevo valor”.
Además señaló que cada tipo de residuo será tratado “en una planta diferenciada, como ser la recuperación del vidrio, trituración de neumáticos para la industria cementicia, plásticos, material de construcción y residuos verdes”.
En otro de los puntos del predio se lleva adelante la construcción de las celdas para la deposición final de aquellos residuos que no puedan ser recuperados. En este aspecto el intendente detalló:
“Las celdas se están armando a partir de la apertura del suelo, respetando los criterios estipulados por la normativa vigente”.
Puntualmente, el módulo contempla tres celdas cuya base recibe un tratamiento de impermeabilización a partir de la cobertura con suelo de ventonita y una segunda capa con geomembrana.
A esto se complementa un sistema de cañerías que recolectan los lixiviados, es decir, los líquidos de los residuos que llegan desde allí a piletas que son bombeadas para su destino final en la primera planta de ósmosis inversa del país.