Disculpas del Obispado por la actitud del cura de La Playosa: por ahora sigue dando misa

Familiares del vecino fallecido en La Playosa, y al que el sacerdote Pablo Alfonso se negó a dar el responso, fueron recibidos en la Diócesis de Villa María a la que responde la Iglesia del pueblo, Santa Teresa de Jesús.

“Nos pidieron disculpas, nada más”, dijo Micaela Lione en diálogo con Villa María VIVO!.

Micaela es hija de Miguel Angel Lione, el difunto vecino de La Playosa, una localidad de casi 4 mil habitantes a 40 kilómetros de Villa María, que falleció el sábado 27.

El domingo sus familiares le solicitaron al sacerdote de la Iglesia Católica Apostólica que le dé el responso en el templo, pero Alfonso se negó y generó conmoción en el pueblo.

Ver: La Playosa: Cura le negó el último adiós porque “no iba nunca a misa”

Primera vez

Micaela junto a su tío mantuvieron un breve diálogo en la mañana de este martes con el presbítero Alberto Bustamante, quien le manifestó que era la primera vez que ocurría un hecho semejante, por lo menos en la Diócesis local.

“Es un derecho de cualquier persona recibir el responso, a no ser que la persona en vida, manifieste que no lo quiere recibir y es obligación del padre acompañarlos hasta el cementerio”, según la versión de Micaela, les habría dicho Bustamante.

Traslado

Sobre la continuidad de Alfonso en la parroquia, Micaela dijo a este medio que no solicitaron al Obispado que lo trasladen. “Podríamos haberlo hecho”, expresó.

Bustamante dijo además que la situación será tema de un diálogo pero no les adelantaron si tomarán alguna decisión sobre el futuro del Sacerdote.

Donaciones al templo

Mientras dialogaba con Villa María VIVO! Micaela contó que estaba “buscando unos papeles”.

“Estoy buscando la carta donde nos piden la donación”. Hace algunos meses, el templo de La Playosa estuvo en obras, al igual que en otras localidades debieron colocarle pilotes al edificio porque las napas estaban altas.

En una misa, el sacerdote Alfonso había solicitado a un sector de la población que donde 10 mil pesos, la obra tenía un valor total de 700 mil pesos.

Desde la parroquia hicieron una lista de los ciudadanos que debían donar determinada suma de dinero.

Fue aquella “imposición”, como lo denominó Micaela, lo que no agradó a su papá y a otros vecinos, aunque accedieron a donar otra suma de dinero.

“Voy a buscar el papel que dice ‘Muchas Gracias’”, agrega Micaela, sobre la última donación que realizó la familia, dos semanas antes de que su papá caiga enfermo.

Foto: Facebook

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