Lo certificó Ricardo, el vendedor que se instaló en la puerta del Anfiteatro con su puesto de banderitas de Marco Antonio Solis, Chaqueño Palavecino y Soledad: De cada diez que vendía, siete eran del mexicano.
Bastaba ver cómo estaba el Anfiteatro a las 0:40 del sábado para corroborar que la expectativa era una sola. ¿Habrá sido esta la noche de mayor convocatoria en la historia del Festival? Una tribuna extra de 1500 lugares, las otras dos tribunas hasta el borde, los pasillos y escaleras llenos…
¿Le habrá ganado Marco Antonio Solis a Maná?
El ex Los Bukis sabe que le debe parte de su éxito a aquella formación y no tiene empacho en echar mano al repertorio que todos conocen para intentar levantar un coro aplomado por el calor y las horas de espera al sol.
Se maneja con elegancia y puntualiza los detalles con gracia. Un show bien planeado.
La segunda noche del Festival Peñas tuvo un comienzo casi retro si se lo compara con el resto del programa. Volvió el folklore en las versiones clásica y moderna. Chaqueño y Soledad trajeron los entrañables ritmos telúricos, que de a poco han ido perdiendo espacio a cuentas de la búsqueda de masividad del evento.
Bien Pastorutti, que ha sabido convertirse en una mujer artista completa, mucho más musical, componedora y reflexiva.
El apoyo de Pablo Cordero en el arreglo de voces, con una centralidad no frecuente para la tarea coral, fue otro punto destacable de la noche.
Palavecino se subió al escenario Hernán Figueroa Reyes algunas horas después que bajara del Atahualpa Yupanqui en Cosquín. Sin apuro, conversando un poco, fue barajando el único repertorio folklórico de ley que se oirá en esta edición.
Catherine Fulop rinde menos arriba, que abajo del escenario, donde es una atracción permanente para quienes se la cruzan y no dejan de pedirle fotos.
Cacho Buenaventura se adueña cada vez más del escenario y ya lo camina como cruzando el patio de su casa. Con oficio de entretenedor, es uno de los mejores recursos con los que cuenta el Festival entre cada número.
No debe haber peor cosa para un humorista que no le entiendan los chistes. Es lo que le pasa a Buenaventura con Fulop, quien al menos admitió que le cuesta seguirle el hilo a las ocurrencias cordobesas.
Miguel Borsatto aparece justo cuando percibe que la cosa puede empezar a hacer agua.
Puntajes de la segunda noche:
Marco Antonio Solis: 8
Soledad: 8
Cacho Buenaventura: 7
Chaqueño Palavecino: 7
Miguel Borsatto: 6
Catherine Fulop: 4
Foto: Facebook Anfiteatro Villa María
