Pablo Rosso lanzó críticas hacia el gobernador Juan Schiaretti y al concejal Calos De Falco, a quienes atribuyó culpas en no lograr el consenso para que Martín Gill obtuviera una nueva licencia para seguir en Obras Públicas de la Nación.
El ahora exintendente interino, y nuevamente presidente del Concejo Deliberante, habló también de “mezquindades de algunos dirigentes” y apuntó directamente contra el gobernador de Córdoba y quien estuvo a cargo de la presidencia del legislativo local.
Luego que Gill retomara la intendencia de Villa María, Rosso habló en un tono de crítica que no se le había escuchado mientras desempeñó su cargo en el Ejecutivo.
Atribuyó que en el Concejo Deliberante no se alcanzaron los consensos a que hubo “mezquindades de dirigentes de amplísima experiencia, como el gobernador de la provincia de Córdoba, que puso este impedimento”.
“De Falco no quiso”
Destacó también el trabajo que pudo realizar en los casi dos años que estuvo en el Ejecutivo en reemplazo de Martín Gill, aunque recordó que su llegada se demoró unas semanas, hasta el cambio de autoridades en el Concejo, “porque Carlos de Falco no quiso que se llevara adelante”.
Ante la licencia otorgada a Gill como intendente, quien lo debe reemplazar es el presidente del Concejo Deliberante, que en ese momento, al iniciarse el año 2020, era De Falco.
Recién cuando en febrero se eligieron nuevas autoridades, Rosso fue designado por su pares en esa función, y desde allí saltar a ocupar la intendencia interinamente.
“La definición estaba tomada por Martín”, reprochó
En ese sentido, habló sobre cómo está su relación hoy con De Falco: “La verdad que es una relación que se ha enfriado en el tiempo. Es muy raro para mí que quien tenga la presidencia del Concejo no acate la decisión de quien es el líder de este proyecto, que es Martín Gill”, comentó Rosso.
Incluso que esto ocurriera “aún después del posicionamiento logrado en las elecciones legislativas, donde competimos directamente con el gobernador de Córdoba”.
“Las expresiones dentro de nuestro partido dejaron bien claro el triunfo de Martín Gill por sobre las expresiones que representaban el gobernador de Córdoba y un dirigente tan importante como Eduardo Accastello”, agregó.
“Que funcionarios de nuestro bloque intenten hacer una lectura diferente, hace que las relaciones se enfríen”, dijo también.
“Dar vuelta la hoja”
Pablo Rosso ahora vuelve a presidir el Concejo Deliberante y dijo que a todo eso “hay que dejarlo atrás, dar vuelta la hoja”.
Asegura que regresa al Concejo para “establecer una metodología de trabajo en proyectos de ordenanza que la ciudad necesita”, y pidió “dejar de poner sobre la mesa las cuestiones personales por sobre las de la gente”.
“Tenemos 40 días por delante en el que vamos a trabajar en el traspaso de agenda con Martín. Luego definiremos los lugares a ocupar. No es algo que me preocupe. Lo importante es la gestión”, dijo Rosso.
De todos modos, se mostró confiado en retener la presidencia del Concejo en el próximo recambio de autoridades.
El plan para Gill gobernador
Además de las críticas hacia adentro del peronismo, Rosso reveló el plan de proyección provincial de Gill.
“Acá tenemos un dirigente distinto en la provincia de Córdoba, que ha demostrado que puede ser una opción para los cordobeses. Creemos que Martín y otros intendentes pueden proponer una Córdoba distinta, que pueda salir de este ciclo que ya tiene 24 años, y es necesario cambiar”.
Habló de hacer alianzas con otros partidos y criticó aspectos de la gestión provincial actual, como “el deterioro de los índices en la educación”-
Habló de “ciclo cumplido” y de generar un proyecto que “atraiga e identifique a los cordobeses”.