Reflexiones en torno a la salud mental hoy

Este año, el lema es “La Salud Mental es un derecho humano universal”.

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Este día fue creado por la Federación Mundial de la Salud Mental y luego reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el resto de los países, para promover la salud mental y crear conciencia en los gobiernos y la sociedad sobre los problemas asociados con los padecimientos mentales y terminar con el estigma y la discriminación.

Este año, el lema es “La Salud Mental es un derecho humano universal”.

En este sentido, invitamos a las actividades que se realizaran en torno a esta efeméride organizado por el Servicio de Salud Mental, en el hall principal de ingreso del Hospital Regional Pasteur, con el objetivo de concientizar y sumarnos a la lucha en torno a la ampliación y restitución de derechos para las personas con diagnósticos de salud mental y pedido de plena implementación de la ley de salud mental en todo el territorio nacional y provincial.

Desde la pandemia la Salud Mental cobró mayor protagonismo y se empezó a poner en agenda como tema a tratar y se le fue dando mayor difusión, tales es así, que al momento muchos famosos comenzaron a expresar sus problemas de salud mental esfera de los privado, tratando de naturalizar el malestar como algo que nos puede pasar, sin tener que ser tildado de “loco”.

Igualmente y a pesar de ello se sigue considerando tabú o está mal visto.

Tener un problema de salud mental, tener un diagnóstico de salud mental o estar atravesado por un padecimiento subjetivo es algo que acontece e irrumpe, rompiendo un equilibrio, de ahí la dificultad para poder hacerle frente y aprender a sobrellevarlo, entonces es cuando se hace necesario recurrir a algún profesional en busca de ayuda.

El no saber que hacer con lo que nos pasa y vivirlo en silencio muchas veces trae como consecuencia actos impulsivos como intentos de suicidio, autolesiones, sobre ingesta de medicamentos, adicciones, trastornos del estado de ánimo como depresión y ansiedad, entre otros.

Pero, ¿Cómo se vive hoy?

Para poder responder a ese interrogante, debemos hacer alusión a nuestro contexto, a lo que nos rodea y dónde estamos inmersos, qué pasa en nuestra época.

Podríamos resumirlo en metamorfosis de los vínculos familiares, vínculos a la intemperie- lábiles, crisis económica, preocupaciones, incertidumbre, apatía, desesperanza, miedo.

A veces resulta muy difícil poner en palabras los que nos pasa, por eso se tiende a creer erróneamente que una afección es un signo de debilidad o que deberías poder controlarla sin ayuda.

Al sufrimiento hay que enfrentarlo, comprenderlo, acompañarlo, interrogarlo. No debemos aspirar a su clausura o supresión mágica.

A quien nos consulta desolado, abatido, consternado, apesadumbrado, entre otras cosas, debemos aportarle auxilio, y ayudarlo a transitarlo y a amortiguarlo al menos.

No se debe patologizar la vida, sentirse triste no es estar enfermo.

 

LICENCIADA NADIA QUEVEDO
PSICÓLOGA MP: 4753

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