Se trata de una tradición llevaba a cabo desde hace muchos años en nuestra ciudad y que tiene arraigo en la cultura de los baleares. Ahora por supuestas quejas de vecinos, temen no poder realizarla este año en Villa Nueva.
La Casa Balear de Villa María organiza cada año la quema del demonio, en la tradicional fiesta que se llama la Fogata de Sant Joan o San Juan.
Este año estaba planeada para realizarse el próximo viernes 23 de junio por la noche, en un espacio público ubicado a la vera del río en Villa Nueva.
Todas las ediciones se realizan allí, en inmediaciones del Club Náutico, y ya estaban convocando el concurso para que niños y sus familias confeccionaran el demonio a quemar.
Pero parece que algo podría impedirla, al menos en ese espacio.
En diálogo con Villa María VIVO, explicaron: “sería por una ordenanza de medioambiente y por quejas de vecinos.
Así que estamos viendo opciones para hacerla en otro espacio o forma, para poder encender el fuego de todas formas.
Estamos muy tristes por no poder seguir con las tradiciones, que para nosotros son muy importantes. Con esto intentamos que los chicos se conecten con sus raíces.
Es una pena, porque el encendido dura dos horas y los bomberos la apagan inmediatamente, en una época de invierno”.
¿Por qué se hace la Fogata de San Juan?
La llegada del solsticio de verano se celebra en toda la geografía española con ritos y tradiciones ancestrales. Algunos piensan que San Juan es la noche más corta del año (en el hemisferio norte) o la más larga (en el sur). Aunque esto suele ocurrir el día 21 de junio; alargándose en ciudades la fiesta hasta el amanecer.
La noche de San Juan ha adquirido la magia de las antiguas fiestas paganas que se organizaban con el solsticio de verano.
El origen de esta costumbre se asocia con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte. Y el principal rito consiste en encender una hoguera.
Ello con la finalidad de «dar más fuerza al sol», que a partir de esos días iba haciéndose más «débil» ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno.
Simbólicamente, el fuego también tiene una función «purificadora» en las personas que lo contemplaban.
Fuente: Casa Balear Villa María
