Una ocupación de terrenos en los fondos de barrio Las Acacias se va acercando a los 500 días de permanencia, con un grupo de 20 a 30 familias que levantaron construcciones precarias, con chapa, cartón, plásticos y ladrillos.
El acceso a servicios básicos como agua y luz es irregular, según contó uno de los vecinos, quien pide “una solución habitacional”, pero también que los “dejen de acusar” de ser quienes roban en el Corralón Municipal y el Depósito Judicial.
El 17 de mayo de 2019, un grupo numeroso de persona ocupó terrenos en barrio Las Acacias. Hubo dos sectores donde se empezaron a marcar lotes y levantar precarias construcciones.
En ese momento, intervino la Policía y la fiscalía de segundo turno a cargo de Juliana Companys.
Reclamo y respuesta
También por esos días, un grupo de esas personas irrumpió en la Municipalidad de Villa María pidiendo solución a su reclamo habitacional. La posición del gobierno local fue que no habría negociación mientras se mantuviera la toma.
También se explicó en su momento que esos no eran terrenos aptos para ser habitados, debido a la existencia de tuberías enterradas a escasa distancia de la superficie.
Una parte de la ocupación fue levantada tiempo después, pero hay un sector que todavía persiste en el lugar. Y desde allí es que ahora se vuelve a pedir alguna respuesta.
El asentamiento se encuentra cercano al depósito judicial de vehículos secuestrados, detrás del barrio Las Acacias, y cercano también al Corralón Muncipal.
Precariedades
Uno de los vecinos que ocupó uno de los terrenos, y levantó un “galponcito”, contó que hay “entre 20 y 30 familias” situadas allí, todas en insuficientes condiciones habitacionales, “y con criaturas”.
“Tiraron un cable que está conectado directamente y hay un cañito por el que traen agua, pero sale muy poco, sin presión”, relató Gustavo, sobre algunos de las aspectos de cómo se vive en el lugar.
Las imágenes aportadas por este vecino muestran construcciones de apariencia poco sólida, la mayoría con paredes y techos de chapa, entre otros materiales.
Además de las precarias condiciones de vida, este vecino quiso dejar en claro que no tienen “nada que ver” con situaciones delictivas ocurridas en los predios cercano, a los que ingresarían personas con intenciones de robo.
“No dijeron que si seguíamos robando nos iban a desalojar, pero nosotros no tenemos nada que ver”, señaló.