El fiscal René Bosio elevó a juicio una causa en la que se investiga un caso de mala praxis..
Lucrecia Ñañez, (foto), era una vecina del barrio San Nicolás, y llevaba un embarazo de pocos meses y murió en el Hospital Pasteur el lunes 5 de junio de 2017.
Los médicos imputados en esta causa son siete: Natalia del Valle Godoy, Melisa Méndez, Carla Malvina Beltramo, Cristian Fabián Ferres, Eduardo Buffadosi, Cecilia Ligorria y José Ignacio Nóbrega Lascano.
Todos forman parte de la especialidad ginecológica del Hospital Regional Pasteur.
La abogada de la familia Analia Nicoli, en dialogo con Villa María VIVO, manifestó: “la fiscalía de tercer turno elevó la causa a juicio y ahora estamos esperando la resolución del juzgado de control“.
“Los defensores de los supuestos autores de este hecho han pedido la oposición a la elevación a juicio. A partir de esto quien debe resolver esta situación es el juzgado de control, hasta el momento no tuvimos una respuesta debido a que es una causa con muchos expedientes“, agregó
La voz de la familia
Para la familia de Lucrecia no hay pandemia que valga y necesitan una definición luego de casi cuatro años de sufrimiento.
Su abuela María Rosa Ramos de Ñañez, en dialogo con nuestro miedo expresó: “seguimos pidiendo justicia, hace tres años y cinco meses que falleció mi nieta. Entiendo los tiempos de la justicia debido a la pandemia, pero no hay que confundir la realidad, nosotros necesitamos justicia para terminar con esta pesadilla“.
El caso
La investigación penal preparatoria la llevo adelante Fiscalía de Tercer Turno de Villa María, a cargo de René Bosio.
La joven murió el 5 de junio de 2017 luego de atravesar, en un primer momento un embarazo de tres meses y producto de una fuerte infección que complicó su estado de salud perdió la vida. Según su familia fue por mala praxis de los médicos.
Quienes la conocían señalaron que estaba embarazada, tuvo una perdida e ingresó de urgencia al Pasteur. Allí la habrían revisado y le dijeron que estaba todo bien, pero su abuela desconfió y la llevó a practicarse una ecografía en un centro médico privado donde confirmaron la pérdida del embarazo.
Desde el centro le aconsejaron que regrese al Pasteur, donde le hicieron un legrado y, según testimonios de la familia, “la trataron como si se hubiese hecho un aborto clandestino”.
Al sentirse mal Lucrecia debió regresar al Hospital y la operaron, le extirparon el útero y su estado de salud se agravó en una fuerte infección que terminó con su vida.
En un primer momento la investigación determinó como responsables a 11 médicos, pero con la obtención de pruebas fueron descartando hasta citar e imputar finalmente a sólo siete de ellos.