Atrapados

Por Marcelo Zona (*).

Quizás como nunca antes sucedió, los docentes de Córdoba, en particular, se encuentran en una encrucijada, en el centro de una realidad que los tiene atrapados entre los intereses de todos los actores que tiene el comienzo de clases de cada año y la discusión salarial.

Solos. Solitos mi alma, deberán decidir si paran o no, de acuerdo a sus convicciones o sus temores.

Atrapados entre políticos –de todos los colores– mitómanos e inescrupulosos que declaman su interés por la Educación sólo en campaña, pero que a la hora de gobernar arrastran años de mentiras y desidia hacia el oficio de la tiza y el pizarrón; atrapados entre dirigentes gremiales jugados política / partidariamente detrás de intereses personales –también de todos los colores– que no dudaron jamás en atender sus aspiraciones frente a los legítimos reclamos que también arrastran años; atrapados entre una prensa siempre genuflexa ante el poder de turno a cambio de los millones y millones de pesos que pauta en propaganda (que para eso sí los tienen), no duda en cuestionar a los dirigentes gremiales (más allá de que razones hay) pero no a los que realmente deberían poner énfasis en que la Educación sea lo que declaman y no lo que la realidad muestra, los que pagan, los que resuelven el presupuesto; atrapados en descuentos que tienen una significación sideral en sueldos que rozan la línea de pobreza (si leyó bien, cerquita de la línea de pobreza); atrapados entre los padres que sólo quieren que sus hijos vayan a la escuela, sin importarles las condiciones en las que llegan a la escuela los que tienen que enseñarle a sus hijos (al menos acá, sin distinción de públicas y privadas, porque todos cobran igual); atrapados en sí mismos frente a la disyuntiva de tener que tomar una decisión: paro o no paro.

Un marzo más… Como los muchos, casi todos, que han vivido los docentes desde que volvió la democracia… Ya llegará septiembre, cuando los docentes son lo más, todo, adorables, esos seres abnegados que sacrifican sus vida por los chiquitos… Atrapados entre tanto amor, con la misma miseria de siempre, pero queridos de nuevo.

(*) Docente y periodista.

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